Aunque muchos no lo sepan, vivimos en la época “start-up”. No hace falta ser emprendedor para vivir dentro de esta época, es simplemente lo que hay. Es el mensaje general: ten una idea, desarróllala, hazte rico. Del modelo “start-up” hay muchas cosas malas que eliminar, pero de todo se aprende, y también para la política podemos coger enseñanzas.
Si “Podemos” fuese una start-up, tendríamos lo siguiente:
1.- Un equipo de “emprendedores” que ha tenido una idea de producto y la quiere desarrollar para convertirla en algo muy exitoso. Este grupo sería el núcleo de “Claro que podemos”
2.- Un grupo de “consumidores activos”, los “adopters” del producto, que sin ser sus fundadores, simpatizan con la idea de una manera muy activa. Esto serían los Círculos.
3.- Un grupo de “consumidores masivos”, que no participan en la vida interna, pero disfrutan del producto, lo reclaman y lo quieren. Esto sería el amplio número de ciudadanos que dan su apoyo a Podemos, un número cada vez mayor.