Pueblos que fueron: Canillas

Hace casi un año la Reina y yo nos propusimos visitar todos los antiguos pueblos que se anexionaron a Madrid a finales de los años 40 del pasado siglo, con varios pretextos tales como que era necesario, que la ciudad tenía que crecer y demás. Como es típico, se hizo bastante mal, convirtiendo pueblos con vida propia, en muchos de los casos, en barrios anexos para dormir y trabajar, destruyendo a base de piqueta cualquier resquicio de todos esos antiguos pueblos, prácticamente borrándolos de la historia.

Esto nos lo propusimos hace casi un año pero debemos reconocer que hemos sido poco disciplinados, y eso que nos gusta investigar nuestra propia ciudad y zonas cercanas y sacar a la luz cosas que por la historia oficial, tan centrada en el Madrid de los Austrias, quedan olvidadas.

Nuestra tesis fundamental era y sigue siendo contraria a dicha anexión, dado que pensamos que el municipio como centro de gestión, cuanto más cercano sea al ciudadano tanto mejor. Y una vez hecha la anexión, por lo menos podían haber tenido la cabeza suficiente como para mantener los centros históricos aunque fuese como reclamo turístico y como elementos clave de la riqueza del nuevo municipio. Un Madrid lleno de centros urbanos llenos de cosas en lugar de pueblos borrados de la historia como si tal cosa.

El primer pueblo, y único, que visitamos hasta el momento fue Chamartín de la Rosa. Lo escogimos porque fue el primer pueblo anexionado forzosamente. El segundo que hemos visitado, casi un año después, ha sido Canillas, porque según lo poco que hemos podido leer al tratar de documentarnos, es el pueblo más “borrado” de la faz de la ciudad. Esto de documentarse ha sido más difícil que en el caso de Chamartín, ya que en dicho caso en Internet había mucha información mientras que en el caso de Canillas no hemos podido encontrar demasiado, posiblemente porque de dicho pueblo apenas queda nada y desconocemos en estos momentos si hay asociaciones del barrio que estén más informadas o que muevan algo o simplemente les da igual.

Lo primero que visitamos fue la que según parece es la edificación más antigua de este extinto término municipal, la actualmente conocida como Ermita de San Blas, que era la iglesia de Canillas y que su nombre originario era iglesia de San Juan Bautista. Está ubicada en la calle de los Montalbos

Después fuimos muy cerquita, a la calle Santa Francisca Javier Cabrini, donde se ubica el colegio del mismo nombre que la calle

Pocos restos quedan del pueblo de Canillas y uno de estos es el cementerio, situado en la calle Silvano casi esquina con la calle Alcorisa. En estos cementerios de los antiguos pueblos, aunque sea un método un poco tétrico, es donde se puede ver las generaciones de “autóctonos” que quedan, mirando los nombres de las tumbas familiares. Si en una tumba hay enterrados de 1940 y de 2008, entiendo que el  fallecido de 2008 era un “canillero” de toda la vida. Por cierto, investigando estos nombres de los enterrados recientemente tal vez se podrían encontrar familiares que recuerden los tiempos en que Canillas era un pueblo.

Hasta aquí, lo que oficialmente puedo afirmar que era parte del pueblo de Canillas. Buscando en “Google maps” vi que cerca de la llamada “carretera de Canillas” aparecía una zona sombreada con el nombre “polígono casco de Canillas”. En esta zona, compuesta por las calles Méntrida, Agustín Calvo, Leira, Quinto, (junto a la carretera de Canillas) etcétera , no hay ningún polígono o no lo he visto. No he encontrado documentación precisa sobre esto, pero viendo el nombre y viendo la ubicación, entiendo que eran casas pertenecientes al antiguo pueblo de Canillas y que deben llevar ahí un tiempo largo. Me queda la duda de si podrían ser parte de Hortaleza, pero a falta de que alguien me confirme, por el nombre y por todo lo que he estado mirando entiendo que el término de Hortaleza era algo más hacia el norte y por lo tanto serían parte de Canillas.  También porque en el recomendable blog de “Historias de Hortaleza” hay un mapa señalado (http://historiasdehortaleza.blogspot.com/2008/06/la-villa.html)de lo que eran partes antiguas de Hortaleza y toda esta zona llamada “polígono casco de Canillas” no aparece señalizada de ninguna manera.Os dejo las fotos para que veáis como podría ser el pueblo antiguamente

Esto es lo que yo entiendo que formaría parte del pueblo de Canillas. Pero también, perteneciente el término municipal de Canillas, estaba el barrio del Cerro de la Cabaña. Este barrio con su propia idiosincrasia, casi un pueblo diferente según lo que he podido leer. Este barrio estaría en la zona de las calles Arturo Baldasano, Celeste, Eusebio Martínez Barona, Alejandro Chacón… Precisamente en la esquina de estas calles quedan todavía en pie estas casas

Esta en Alejandro Chacón, algo más adelante

En la calle Tritón está esta otra

En Justo Martínez estaba la escuela, que por lo visto era este edificio tapiado que vemos en esta foto

Y en la calle Faustina Peñalver, la iglesia

Es curioso como esta zona, que según lo leído era un barrio obrero con poquísimas comodidades, se ha transformado en una de las zonas residenciales más burguesas de la ciudad.

Con la visita al Cerro de la Cabaña dimos por terminada la investigación

En estas investigaciones sería interesante poder contar con testimonios de aquellas personas que vivieron en Canillas o bien en otros de estos municipios cuando todavía eran independientes de Madrid, para saber como era la vida en aquel tiempo. No debería ser muy difícil encontrarles porque hablaríamos de nacidos entre 1930 y 1945 (los que tenían entre 25 y 10 años en torno a la fecha en la que se produjo la anexión y que ahora tendrían entre 66 y 81 años, no me parece tan complicado que existan, lo que no se es como encontrarles, de momento el cronómetro de la vida nos favorece pero cuanto más tardemos más difícil será hallar gente que pueda recordar cosas de aquel entonces)

Por cierto, como guiño a este antiguo pueblo, decir que en nuestro barrio, La Guindalera, se iniciaba el “Camino de Canillas” y todavía existe un pequeño tramo, conservando la placa, paralelo a la calle Méjico. Este camino se unía con el otro camino de Canillas que comenzaba en Prosperidad.

Recomiendo como siempre dos blogs muy bien hechos como son Historias Matritenses y Urban Idade

Próxima estación, esperamos que en menos de un año: Hortaleza

La huelga del día 29

Este miércoles hay huelga y la ciudadanía está con el run-run de “oye ¿tú harás la huelga?”. Es curioso esto de las huelgas, tantas historias que nos contaban sobre huelgas cañeras. Ahora se convoca una y el problema es que la mayoría de las personas han perdido la conciencia de ser trabajadores. Y ser trabajador no es ir con el mono azul y alpargatas exclusivamente, es ser una persona que no tiene nada más que su salario. O sea, casi todas las personas, voten al PP, al PSOE, a España2000 o al PCPE son trabajadoras. Otra cosa es la conciencia que tengan. Entre todas las razones que se escuchan, la más repetida es la de “es que me quitan xxx euros”. El problema está en que te quitan mucho más que esos euros. Esos euros son el precio de luchar por lo que es tuyo, que es una jodienda tener que pagar por ello, pero si estamos en la tesitura de tener que pagar xxx euros un día por no jubilarnos a las 67, por las pensiones, por no aumentar la jornada laboral y la precariedad, pues páguense.

Algunos me dirán que es fácil decirlo así porque en mi caso tengo la suerte que de que la huelga no va a ser penalizada en mi centro laboral, cosa que se agradece. Sin embargo, en mi casa vivimos dos, aportamos el dinero dos y aunque no vivimos en la pobreza, cada mes hay que llevar las cuentas muy claras porque cualquier euro de menos supone apretarse el cinturón. El binomio de la casa hará también huelga, la reina de La Guindalera, y le quitarán lo que sea menester que le sea quitado. Así que en Octubre apretaremos un poco más y nos quedaremos más tiempo en casa pintando la mona varios fines de semana. Comer comeremos todos los días que para eso tenemos la mágica caja blindada donde guardamos el dinero para la compra, intocable durante todo el mes más que para menesteres alimenticios. Realmente nos supone eso y me juego la mano que a la mayoría de los que dicen lo de “es que me quitan xxx euros” les supondría lo mismo, un fin de semana o dos sin salir, sin cenar por ahí o sin ir al cine, a no ser que sean tan bestias que por salir un viernes prefieran quedarse sin hacer la compra de la semana, cosa que no creo que suceda.

Seamos realistas. Esta huelga está mal convocada. Es una huelga de compromiso. Los sindicatos mayoritarios la han convocado porque se presupone que era lo que tenían que hacer, pero les ha jodido hacerlo. Cuando antes del verano comenzó todo el rollo de la reforma laboral (que coincidió casualmente con el mundial de fútbol y la exaltación nacionalista) y las gentes del común se iban cabreando bien en serio, se empezó a hablar de huelga y los sindicatos dijeron que “no se podía convocar tan rápido” y que “mejor hacerla coincidir con la jornada de protesta europea”. Esto demuestra la necedad absoluta de estas agrupaciones de mequetrefes escondidos en UGETÉ Y CECEOO, porque una huelga si te da la gana la montas en una semana y porque podías hacer la huelga perfectamente y unirte el día 29 de Septiembre a la jornada de protesta.

La huelga nace tocada de muerte y esto es culpa de estos sindicatos. Pero no por sus últimos actos, sino por su historial de claudicación permanente y seguidismo desde hace demasiados años. Han jugado y juegan un papel desmovilizador, con cúpulas de liberados que “llaman a la calma” porque no se juegan nada. Espero que los fallos de esta huelga sirvan sobretodo para que menos gente se afilie a los sindicatos mencionados, obtengan menos dinero y todos esos liberadillos de postín se busquen un trabajo y se vean en la necesidad de tener sindicatos fuertes y no esta burla constante. Se ha perdido la conciencia de que es necesario movilizarse ante los recortes de derechos y simplemente en una generación muy amplia (nacidos en los 70 y 80) apenas existe la cultura de la protesta. Es comprensible que sea así visto el historial, hay mucho trabajo que hacer o mejor dicho que rehacer.

Y si la huelga pinta mal, ¿por qué demonios hacerla?

Cuatro millones de parados. Si eres uno de ellos, unirte a las protestas es lo único que te queda. Si conoces a alguno, por solidaridad con él/ella, con todos los que han perdido su empleo, hay que salir a la calle y decir que ya está bien.

Becarios sin derechos anclados laboralmente para la eternidad. Jóvenes ultrapreparados metidos en trabajos basura con jefes basura sin derechos ni respeto. Si eres uno de ellos deja de ser perrito faldero y protesta por tu dignidad. Y si conoces a alguno en esta situación, ¿no puedes salir a la calle como gesto simbólico de que le tiendes el brazo? ¿No puedes parar por un minuto?

Horas extra no pagadas, reducciones de jornada para reducir el salario, abusos del jefe con la excusa de que lo tienes que aceptar porque “en estas fechas hay miles de personas que podrían contratar y trabajarían por menos” o “si no lo aceptas te despido y contrato a alguien que trague”. Ya está bien de chantajes, si tu jefe es uno de esos, para, no vayas el miércoles. Y si conoces a alguien en esa situación, si tu hermano, tu padre, tu tío, tu colega, tu cuñada, quien sea, está en esa situación, al menos sal a la calle el miércoles.

Congelan las pensiones cuando lo único que cabe es subirlas. Si conoces a algún pensionista que ya las pase canutas para vivir, es tu momento, es tu forma de demostrar que apoyas a los tuyos.

Hay millones de motivos y de historias personales que todos conocemos. Y hay derechos para el futuro que no podemos perder. Jubilaciones a los 67, jornada laboral de más de 60 horas, recortes sociales por todas partes… ¿Qué queremos para hoy? ¿Y qué vamos a dejar a los que vengan mañana? Si te quitan 80, 90, 100 euros, ¿no pagarías 90 euros porque tus hijos en el día de mañana tengan todos los derechos sociales posibles? Yo sí pagaría 90 o 100 euros porque mis hijos en el futuro tengan un trabajo digno, tengan una jornada laboral de 40 o incluso 35 horas, no tengan que hacer horas extras, tengan derecho a vacaciones, a quedarse embarazadas y no perder oportunidades, a cobrar un paro decente si tienen mala suerte, a que cuando se jubilen puedan vivir con dignidad. Claro que lo haría. Por los míos y por los de todos. Por eso en nuestra casa lo que haya que perder ese día, lo perderemos.

Dicen algunos “de izquierdas” del club de fans de ZP que esto beneficia a la “derecha” pero ¿qué es la derecha? Ahora mismo derecha es despido más fácil, es regalo de dinero público a los bancos, son medidas que ni el PP en su etapa más chunga hizo, así que no nos cuenten historias. Este hombre que preside el gobierno, trasunto de Mister Bean, es lo peor que le puede pasar en estos momentos a los trabajadores, que somos casi todas las personas que vivimos por aquí.

No vale decir «hay motivos para la huelga pero no la hago para joder a los sindicatos». Los sindicatos mayoritarios son una mierda pinchada en un palo y todos lo sabemos, pero si hay motivos para la huelga, hay que estar POR ENCIMA de los sindicatos. Creo además que jodería más a los sindicatos hacer la huelga al margen de ellos, no secundar sus convocatorias y secundar las de los sindicatos más pequeños pero también más dignos y combativos. La huelga no se puede dejar de hacer porque los convocantes sean unos miserables. La huelga hay que hacerla por dignidad, por defender lo que es tuyo, a pesar de quien sea. La huelga hay que hacerla porque seguimos siendo personas.

Añado: Cada uno hará lo que quiera el día 29 y no nos quedará más remedio que aceptarlo. Tengo amigos que hacen la huelga y amigos que no, familiares que sí y familiares que no, ya todo se ha dicho y hablado. Pero a los del «no», si no les puedo convencer, bueno, pero que no me venga nadie a contar luego que si «con esta puta crisis nosequé» o «mira como le regalan el dinero a los banqueros» o «menuda mierda de gobierno, y todo el mundo viendo el Salvamé, así nos va», etc etc. Las reflexiones del bar o del café son supercalifragilisticoespialidosas, pero el día 29 de Septiembre es cuando se demuestran las cosas, no echando pestes por la boca en momentos de asueto.

La casa de la Yaya

Tirando de memoria histórica, ayer acabamos hablando de uno de esos lugares que se te quedan grabados a fuego cuando los visitas. “La Casa de la Yaya” era un garito que estaba en la Plaza de San Ildefonso (Plaza del Grial) en Malasaña. No se quien nos llevó ahí por primera vez pero sí se que éramos menores de edad, sería hacia el año 1999. Se trataba de un lugar en el que había una primera sala con una barra, un pasillo y una sala al fondo con mesas. Era un antro punki  fundamentalmente punki. El mini de kalimotxo estaba a 200 pesetas, lo hacían con refresco de cola marca nisu y vino de cartón malísimo. O estoy loco o había ofertas de tres minis 500 pesetas. La música era el punk rock del momento, con más tendencia a grupos marginales que a grupos “famosos”. Vaya, que sonaban más “Liposomas” que Boikot, aunque sonar, sonaba de todo y sonaba mal.

La bebida que servían era droga pura, pero además era el bar con más drogaína de todo Madrid. Una de las primeras veces que fui había unos punkis metiéndose unos rayotes encima de una de las mesas, con eso lo digo todo, hasta entonces yo creía que eso de la cocaína era algo de las películas, no algo que se metía un tipo real en una mesa ahí a tu lado. Si ya era medio célebre cualquier sitio en el que se pudiesen fumar petas, en  este sitio creo que estaba toda la droga posible, libertinaje total. Por suerte nunca me dio por esos caminos y me bastaba con envenenarme con el cutremocho que hacían, pero creo que nunca tuve tan cerca tanta disponibilidad de sustancias chungas como en ese sitio.

Por lo barato que era solía estar lleno hasta la bandera. Si  eras afortunado cogías una mesa al fondo, pero lo normal es que te quedases en el pasillo. El pasillo no era demasiado estrecho pero como había mucha gente era un lugar muy incómodo. Además si estabas en el pasillo estabas delante de las puertas de los baños. Los baños eran míticos porque no funcionaba la luz. El de chicas tenía la puerta colgando porque estaba rota y nadie se ocupó de arreglarla nunca. El de chicos tenía puerta pero estaba completamente a oscuras. Cuando entrabas ibas pisando liquidillo y a veces pisabas espeso, lo cuál era repugnante. Uno intentaba acertar como podía, lo cierto es que era chungo porque no se veía nada, yo se que estuve en el baño de la Casa de la Yaya pero también se que jamás lo vi.

La fauna, mucha cresta, mucho pelado y mucho chaval “punk-rock kalimotxero”, que imagino que es donde encajaba yo, esto es, el típico chaval que había entonces con el pelo largo, camisetas negras (de grupos o no) y sudaderas variadas.

El lugar era Sodoma y Gomorra en 70 metros cuadrados. No había ningún tipo de control, sólo desfase absoluto. Yo siempre he dicho que si hubiese entrado un chaval de 9 años y hubiese pedido diez minis de kalimotxo, se lo habrían servido.

Un día que fuimos el sitio tenía un precinto de sanidad y ya nunca más volvió a abrir. La conclusión es que lo cerró Sanidad, aunque a lo mejor simplemente les pusieron un multón y no lo pudieron pagar, quien sabe.

El caso es que creo que mi generación ha sido la última que ha conocido esta clase de garitos de absoluta perdición. Los motivos son muy simples, básicamente antes había una edad teórica para poder entrar en los bares (16) pero tampoco se llevaba un control exhaustivo en muchos sitios, por eso ya desde antes de cumplir esta edad yo había entrado a más de un local de estos. Creo que fue a finales de 2001 o ya en 2002 cuando se armó todo el revuelo de la ley antibotellón y todos los escándalos de la juventud alcoholizada y demás. La prensa siempre ha buscado temas  de moda y en aquellos años se hicieron muchísimos reportajes sobre el botellón, la perdición y la juventud descontrolada. Eso unido al electoralismo llevó a medidas de fuerza y a poner controles mucho más rígidos en los locales, se incrementó la edad de entrada en los garitos y se aumentaron muchísimo las inspecciones, de forma que muchos fueron asfixiados por las multas y cerraron. Recuerdo barrios tomados por los antidisturbios haciendo redadas en plazas y bares. La verdad es que los botellones de entonces eran una pasada de grandes y comprendo que los vecinos exigiesen medidas porque aquello acababa muy sucio. Aunque luego si miramos los datos, el consumo de alcohol entre jóvenes sigue en aumento, además de que España es Estado líder en consumo de cocaína a nivel mundial (y eso que cerró La Casa de la Yaya). O sea, que podemos decir que esas medidas en líneas generales fueron un fracaso. Como siempre entraron en juego intereses muy variados, porque muchos empresarios de la noche preferían ley antibotellón para que la gente entrase en sus garitos y así gastar más dinero, además hay empresarios potentes vinculados a partidos políticos que tienen locales nocturnos e imagino que como pasa siempre habrá mucho enchufe y mucha manga ancha. A un tipo que tiene un garito minúsculo que no le importa a nadie le metes un multón, pero si el dueño del garito tiene contactos supongo que cambiará el cuento. Ahora los chavales compran bebidas alcohólicas muy fácilmente en cualquier local de chinos y lo que hacen es botellones clandestinos o caseros. Lo prohibido siempre es más llamativo en una determinada franja de edad y ahora que los jóvenes lo tienen más complicado, imagino que beben como si fuese la última botella del mundo.

Aquellos locales turbios ya no existen, muchos por las multas, otros porque no se podían permitir pagar a un portero, por miles de razones. Uno siempre tiene nostalgia de estas cosas aunque objetivamente no eran sitios ejemplares, pero se recuerdan con cariño por todos esos años pasados ahí. ¿Eran mejores que lo de ahora? Bueno, te curtían un poco porque tener experiencias siempre te curte, pero ahora hay otras cosas. Ahora hay macrodiscotecas en pueblos cercanos a las grandes metrópolis, ahí en los aparcamientos se hacen también grandes botellones y circulan todo tipo de mierdas, con la diferencia de que un tipo que tiene una macrodiscoteca suele estar más protegido.

Y bueno, esto ha sido un reflejo de las aventuras madrileñas de finales del siglo XX, principios del XXI

Vaya usted al bar

Una de las cosas de las que me he dado cuenta en la vida es que podemos dividir a la humanidad en dos grupos fundamentales: los que no van a bares y los que vamos a bares.

Cuando hablo de bares no me refiero a afterworks. Ir a afterworks es la antítesis de ir a bares. Ir al afterwork es como ir a la nada y a la mierda a la vez. Tampoco hablamos aquí de ir a pubs a tomar copas, esto sólo podría encajar si hablamos de pubs oscuros y llenos de gente inquietante. Y creo que no hablamos de lo mismo si pensamos que ir a bares consiste en ir a sitios de raciones modernas de croquetas de boletus en La Latina, cosa que puede ser interesante gastronómicamente (y lo es, qué demonios) pero que muchas veces tiene un componente de rollo progreimbecílico supino del tipo “yo es que voy de tapas a La Latina ¿sabes? Mientras escucho a Russian Red me tomo un riojita”. Esto de “tomarse un riojita” son cosas que dicen las personas que creen ir a bares pero no lo hacen en realidad, y que “se toman un riojita” para demostrar que 1) no son tan superfluos como para tomar cañas porque son unos intelectuales del bebercio y 2) creen que saben de vino y por eso toman “riojitas” (a veces con marcas que han memorizado del tipo “pues yo me tomo un cune”) y nunca tomarían un vino de Méntrida porque ni siquiera saben que hay vino en Méntrida. En la versión 2.1 de esto, ya toman vinos de los viñedos chilenos y demás.

Pues descartemos todo eso. Cuando hablamos de ir a bares las coordenadas son muy simples. Hablamos de tabernas, tascas, tugurios y demás ralea con azulejos, boquerones en vinagre, mondadientes, camareros con camisa blanca y clientela selecta compuesta por los trabajadores del barrio. El bar, amigos, es la pieza fundamental de la existencia humana y cuando un bar existe y ha existido durante años habría que declararlo monumento nacional, protegerlo de la especulación, eximirle de pagar impuestos e incluso darle medallas de oro y diamantes si es preciso.

La importancia del bar es social, sociológica, antropológica y etnológica. También lupúlica, enológica y croquetariana, pero eso se da por supuesto. En Castilla, el bar ha sido siempre uno de los ejes sociales fundamentales. Los podríamos resumir en cuatro: el mercado, la plaza, la iglesia y la taberna. Ahora ha cambiado la cosa porque ya menos de la mitad de la gente va a misa y ya no te sientas en la plaza de tu barrio a hablar con cualquier vecino. En los mercados todavía hay cierta relación que surge en las colas, con el “quien da la vez” y las señoras que se cuelan de estrangis. Pero la taberna es el eje máximo y debería seguir siéndolo. En una taberna de tu barrio, lo más importante es pedir una caña y observar al personal. Cuando tu vas a un barrio y quieres saber como es ese barrio en cinco minutos, simplemente has de ir a una taberna. Allí verás el percal. Si se tercia, haces amigos y todo.

Es cierto, no lo podemos negar, que el bar ha sido muchas veces refugio de canallas. Del típico ser despreciable que se ponía fino a vinos, subía a su casa y le daba una paliza a la esposa. Pero el bar es también el hogar de los obreros, donde cuentas tus cosas, donde conoces camareros majos y otros perdonavidas y hablas del Atleti, también es donde ves a grandes personajes de tu barrio. Todos los que vamos a bares tenemos la experiencia de que se nos acople un crack contando anécdotas rarísimas. Todos tenemos un Jaime Robles en nuestras vidas. El bar es la piedra angular de la cultura castellana. Sin bar no habría barrio y sin barrio no habría nada.

Hacer una apología del bar es deber obligatorio. Yo tengo que estar totalmente agradecido a mis padres por llevarme al bar desde pequeño, porque eso es lo que me ha convertido en el gran prohombre de la historia que soy actualmente. Mi madre tiene un mérito especial, porque viviendo en Valencia ejerció de madrileña tabernera y se creó su propia cultura barística, aunque no fuese lo mismo porque en Valencia la cosa no funciona igual. De hecho, aunque sea sorprendente, hay pueblos del mundo en los que la taberna no juega este papel crucial que debería jugar. Hay lugares en los que las personas no entran al bar a pasar el rato, sólo entran con intenciones predefinidas del tipo “vamos a este sitio, sirven muy buenas raciones”. Entonces hay menos sitios, claro, porque no existe el bar amigo, el bar cercano, el bar que es tu casa, el bar donde puedes entrar y no hacer nada más que estar una hora con el mismo vaso y nadie pensará nada malo.

Si yo ahora tuviese una situación económica mejor, no me cabe duda, pasaría más tiempo en el bar. Porque el tiempo empleado en las tascas del barrio es siempre tiempo bien aprovechado. Desayunar en la taberna debería ser crucial para poder pasar un buen día con energías y poderes. Tomar una caña/vino/mosto al día al volver de trabajar ( o dos) debería ser algo subvencionado por el Estado.

Los que vamos a bares somos una estirpe gloriosa, pero generosa. Admitimos que se pasen a nuestro bando los que no van a bares, aunque tachamos de nuestra lista y encuadramos como traidores a los que se pasan al “afterwork”. Amigo, si usted no va al bar, vaya. Si usted no acude a la taberna, acuda. Mañana mismo, nada más levantarse, desayune en el bar. Pero no busque un sitio decorado de tal manera con no se cual música. No, entre en el lugar de la esquina de su calle, ese que hasta ahora le ha dado un miedo inexplicable y absurdo. Ese que no tiene una pizca de glamour aparente. Entre y desayune. Y durante una semana, cada vez que vaya por la calle, cada vez que vea una barra con su vitrina de raciones, cada vez que vea un local con azulejos y sus grifos de Mahou, ¡entre! Nunca es tarde para coger práctica. Vaya usted al bar, confraternice con la parroquia, comparta cañas y sea feliz con la clase obrera.

Y nunca pida ración hasta que no le hayan dado la tapa

Cortos: Verano en La Guindalera

Otra vez. Aquí estamos, los dos, con todo el calor. Siempre los únicos, tú y yo, que se quedan en Agosto en La Guindalera. Muchos son los llamados y pocos los elegidos, que diría aquel. Cuando llegaban las vacaciones la mayoría de los niños se iban a la playa con su familia, a meterse en apartamentos que compraban a plazos sus padres, al mar, mientras apenas una decena de chicos del barrio de nuestra edad sufríamos el asfalto caliente en este centro de la nada.

Me acuerdo, hace muchos años, de ir a comprar un ramo de flores en la calle Béjar con mi madre, que cuando llegaban estas fechas le daba por poner color al piso, imagino que para dar una imagen más alegre a todo mientras mi padre trabajaba todo el día. En la salida del Metro, esa que es una rampa, echabas carreras con otros niños, que luego me enteré de que eran tus primos. Casi nunca ganabas, te ganaba otro con el pelo rizado, pero insistías en repetir una y otra vez hasta que te llevabas alguna pequeña victoria. Ya tenías cara de pillo mientras subíais y bajabais, colorados, mientras os gritaban las viejas del barrio, “¡niños, que conozco a vuestro abuelo!”. Yo me quedaba mirando vuestras carreras mientras volvíamos a casa, con mi madre tirando de mí mientras giraba la cabeza y me moría de la envidia por las ganas que tenía de jugar.

Recuerdo, claro, jugar a la goma al lado de la calle de Ardemans y veros pasar corriendo porque a alguien se le habían caído muchísimas pelotas de tenis por una ventana y os peleábais por ver quien recogía mas. Poco os duró la alegría, porque cuando volvía a mi casa mientras mi madre me llamaba por la ventana, ya estaban la mayoría tiradas por el suelo, de nuevo, cerca de la Escuela de Danza. Parecías un duende, pequeño, muy delgado, con un bicho metido en el cuerpo.

Luego pasaba el año, te veía alguna vez por la zona, pero ¡ya era distinto! Ya el barrio volvía a su actividad, con las tiendas abiertas, la gente por la calle saludando de una acera a otra, los bares de tapas llenos, con el partido del Atleti los domingos en la tele,  y los de tu pandilla salían del cole en tropel mientras yo me iba a las clases de dibujo a las que me quiso apuntar mi abuela con el dinero que ganó en el bingo.

Así nos quedábamos, con nuestras vidas paralelas que no se tocaban nunca, hasta que volvía el calor, acababa el curso, nos daban las notas, a algunas nos daban la enhorabuena y a otros os caía una muy gorda, y con las vacaciones Santillana nos quedábamos mientras todos se iban. De un año para otro crecíamos un poco. No conocíamos más playa que la de San Cayetano, donde jugaba con Tere y Carmen, otras dos chicas del barrio que se quedaban siempre, aunque luego Carmen se mudó y nunca más la vimos. Saltábamos a la comba como si nos fuera la vida en ello y trepábamos algún árbol, por eso mi abuela me regañaba después, porque me había cosido un vestido y lo dejaba echo unos zorros, “una señorita no hace eso”. Tú jugabas al fútbol todo el día, ¡menudos pelotazos que pegábais! Recuerdo vuestra pelota, una pelota de color naranja, sonando al dar contra la pared del mercado, ¡vaya golpes! Dábais muy fuerte y hacía un eco que rebotaba, y las señoras siempre con el bastón en la mano, torciendo el gesto y santiguándose. Me acuerdo de un día que se os coló aquella pelota naranja en la casa esa que hay tan antigua en la calle Pilar de Zaragoza, intentabais trepar, tus amigos y tu, pero erais todavía muy pequeños. Os mirábamos curiosas hasta que desististeis de recuperar el balón y os quedasteis sentados en la acera, con las manos en las mejillas, con gesto fastidiado. Cuando os disteis cuenta salisteis corriendo detrás de nosotras, que salimos pitando hacia nuestras casas con un susto tremendo, ¡que borricos erais! Un día que iba tomando una limonada que hizo mi madre hubo una pelea de globos de agua con unos niños que venían de otro barrio, tomasteis San Cayetano y quedo todo hecho un Cristo. Aquel verano no te vi mucho más, porque te castigaron tus padres por hacer tanto el gamberro.

Y seguro que no te has olvidado de los baños en las piscinas del Apóstol. Ibas con tu abuela caminando por la calle Méjico, pero como querías ir de machito te daba mucha vergüenza que te vieran con ella y te dedicabas a ir corriendo, ¡pobre señora! Te perseguía dando voces, mientras tus primos se dedicaban también a hacer el loco. Cuando llegabais a Cartagena en tropel, dabais insistentemente al botón para que el semáforo se pusiese en verde. Mi madre y yo subíamos por la calle mirándoos, a mi madre le dabais miedo, “¡que niños mas malos!” decía siempre. En la piscina erais unos trastos, os dedicabais a hacer ahogadillas y más de una vez os llamaban la atención. Yo me iba al otro extremo para no cruzarme con vosotros.

A los 12 años ya íbamos mas sueltos por el barrio. Tu ibas siempre con tres chavales y os gustaba entrar a las naves abandonadas en la calle de Marques de Ahumada, o a una casa muy vieja que estaba en la calle Eraso. Ahí os metíais a fumar a escondidas, me lo contó mi amiga Tere, porque se hizo “novia” de uno de tus amigos y cuenta que pego tantas caladas que estuvo dos días vomitando. Os metíais por esas calles hasta llegar al pequeño vivero que había al final, y todos esos descampados donde siempre nos decían nuestros padres que no fuésemos porque había gitanos. Una vez fui con vosotros y me estuvisteis vacilando toda la tarde, me mandasteis a la Avenida de Bruselas a comprar unos kikos y cuando volví ya no estabais. Os estuve buscando como loca, por la parte esa de detrás de las casitas blancas donde siempre se juntaban los yonkis  y como no os encontraba me puse a llorar cuando una drogadicta se me acerco para pedirme veinte duros. La chica se asusto más que yo y se dio la vuelta con andar desganado. Resultó que estabais escondidos, mirándolo todo, y tu amigo Quique me vio tan triste que fue el único que me vino a consolar, mientras todos os moríais de la risa. A quien no se lo he perdonado todavía, y me encargo bien de recordárselo, es a Tere. Ahora han tirado casi todas aquellas naves (¿te acuerdas de que en una hubo hasta okupas?) y han hecho una avenida muy grande y solitaria en lo que era descampado. Poco queda ya de aquello, una casita medio derruida en la calle Oltra, en medio de todos esos edificios tan modernos donde vienen a vivir familias de dinero con sus hijos. Y me acuerdo, claro, del pobre Quique, siempre tan sonriente y amable, (¿vivía en Francisco Remiro, verdad?) con su chándal verde, del que lo ultimo que supimos es que le robó a sus padres todo el dinero que tenían debajo del colchón y alguien cuenta que le vio colocadísimo en Ibiza.

Eran esos primeros años en los que te haces más rebelde, las hormonas se te vuelven locas, las chicas maduramos antes y los chicos os ponéis mas tontos. Y así pasábamos el año, haciéndonos poco caso, diciendo hola y adiós al cruzarnos, hasta que volvía de nuevo Agosto, y aquí estábamos, preguntándonos como sería eso del mar. Empezábamos a hacer botellón en el Eva Perón en la parte de las mesitas, no íbamos juntos pero los que quedábamos de nuestras respectivas pandillas tampoco teníamos muchos más sitios a donde ir. Ahí estábamos a veces y otras muchas en las escaleras junto a la Plaza de Toros. Cerca de las casas de la calle Londres un chaval os vendía talegos de costo y os veíamos siempre con la risa tonta. Estabais mas vacilones que siempre, aunque tú siempre me hiciste gracia. “¡Hola rubia!”, decías, “¡me gustan tus trencitas!”, y luego te daba con llamarme “Pippi Langstrum”. Me hacia la cabreada mientras te ibas con tus amigos, que te reían las gracias, y yo despotricaba contándole a mis amigas que desde pequeño eras insoportable.

Pocos nos quedamos en el barrio cuando llega el verano. Acababa el instituto y al principio, en Junio, era la risa, porque salvo aquellos que tenían algunas para Septiembre, estábamos todos en Madrid y era una fiesta continuada. Me acuerdo del año pasado, en el cumple del “Gusano”, que hicimos un botellón en el descampado del Parral, el único que queda. Empezaste vacilando, como siempre, pero entre las risas y la bebida acabamos enrollándonos. Al día siguiente, con mucha resaca, vomitando, en el suelo del water con las manos agarrando la taza,  mientras mi madre me echaba la bronca se me hacia un nudo en el estomago pensando en aquel beso. Después se iban yendo unos y otros, a su pueblo, a su playa, a su no sé donde, y nos quedábamos otra vez solos, los cinco de siempre, con tantas tiendas cerradas. Aquel verano se me hizo larguísimo porque quería hablarte, quería decirte algo y tu estabas ahí, con tu pavo de siempre, bromista, mientras yo me moría por dentro por las ganas de transmitir no se sabe que. Después me evitabas, te ibas a Malasaña, y yo solo pensaba en el inicio del curso. Un poco antes de empezar las clases empecé a salir con Toni, y huías de mi mas todavía, ni me saludabas, ¡que raro era todo!

Cuantos recuerdos, ¿verdad? Y ahora estamos aquí, en el mismo descampado, subidos a la montañita, abrazados, mirando las estrellas de una noche de Agosto, otro verano mas, juntos, en La Guindalera.

Rondacañas y fiestas del 2 de Mayo

Si todas las regiones del mundo tienen fiestas, Madrid no iba a ser menos. O al menos teóricamente. Si miramos el calendario, resulta que es día festivo el 2 de Mayo en toda la provincia. Que sea festivo viene significando que es un día en el que no se trabaja, cosa que este año nos es indiferente a todos los madrileños pues nuestro 2 de Mayo cae en Domingo. Otra cosa es que al ser festivo haya fiestas. Al gobierno autonómico no le gusta esto y por eso pasa de organizar nada. Hacen una especie de acto institucional que no le interesa a nadie y ahí queda todo. Hace años se hacían fiestas con conciertos al aire libre, pero eso ya fue borrado de un plumazo. ¿Cuál es el interés de nuestra lideresa en que no se celebren fiestas? Cuando se celebran fiestas en la calle la gente vive momentos de diversión y felicidad colectiva. Socializas, haces amigo, haces comunidad, lo pasas bien. No se que puede temer la lideresa de esto. O sí.

El 2 de Mayo es una fecha singular. Se conmemora la derrota del ejército imperialista del momento (el ejército de Napoleón) a manos del pueblo organizado o más bien desorganizado pero contundente y espontáneo. Una fecha (y una época) en la que la monarquía española decidió venderse al mejor postor. Ahora oficialmente, sobretodo el año pasado, de lo que se habla es del surgimiento de una nación y de la libertad española y no se cuantas cosas más. El Estado que se sustenta en la monarquía incuestionable celebra la vergüenza monárquica del 2 de Mayo por medio de la reescritura de la historia. Lo de siempre.

Además, el 2 de Mayo tiene sus efectos curiosos como festividad autonómica. Siendo la comunidad de Madrid una comunidad históricamente castellana (cosa que viene recogida en el propio estatuto de autonomía, artículo 31.3, así como en el color escogido para su bandera – carmesí – o el propio escudo – carmesí también con dos castillos-), la festividad se utiliza muchas veces para defender una neo-identidad madrileña insolidaria basada sobretodo en la identidad urbana del área metropolitana de Madrid y renegando de su historia. Esta neo-identidad es la que ejecuta la “madrileñización de Castilla”, consistente fundamentalmente en la extensión del proyecto urbano de Madrid Capital hacia sus provincias limítrofes, generando una dependencia capital-céntrica con macrourbanizaciones en las provincias de Segovia, Guadalajara o Toledo (estas últimas con proyectos tétricos como Avelandia-Valdeluz y Pocerolandia), fruto de los intereses de los especuladores constructores, sus amigos los banqueros y sus rescatadores los gobernantes, que nos han metido en esta crisis. Al final esta neo-identidad autonómica de Madrid y la centralización del modo de vida en torno al área metropolitana van unidas de la mano.

Total, que no me enrollo. Que en definitiva, como no hay fiestas populares porque el gobierno autonómico pasa/no quiere/no le interesa/está en babia, distintas asociaciones montan su propio programa que es de lo más interesante

http://www.somosmalasana.com/ocio-madrid-malasana/programa-fiestas-2-de-mayo-2010-dos/

De entre todas estas actividades, mi favorita es el rondacañas, en el que participé activamente el año pasado y volveré a hacerlo este año aunque no esté igual de implicado.

Primero, os enseño el cartel que demuestra el estilo de los organizadores. Madrid castellano y alegre, película de terror para los gobernantes:

¿En qué consiste el rondacañas? Es un pasacalles amenizado por música y bailes castellanos que va recorriendo las calles del barrio parando en las tabernas más modernas y también en las más castizas para tomar unas cañas y unas tapas. Paras en el bar, dejas tu alegría y sigues con la música. Es una actividad divertidísima en la que la gente se anima a bailar y a cantar y se pasa fenomenal. Así que yo recomiendo a todo el que pueda que se acerque por ahí y lo vea con sus propios ojos.

Y que vivan las fiestas populares.

La Sagra y Torrijos

De la serie “conoce Castilla” que llevamos entre manos a trancas y barrancas la reina y yo, había olvidado por aquí mencionar la visita que hicimos a las comarcas de Torrijos y La Sagra. La cosa es que la reina tiene que hacer un trabajo sobre esta última, así que un día hace unas semanas nos fuimos de expedición. No había parado de llover en toda la semana, el sábado por la tarde vimos que no llovía y al día siguiente nos plantamos en la zona.

La comarca de La Sagra es a grandes rasgos el territorio que hay entre el río Guadarrama y el Tajo, formando una especie de triángulo. Abarca unos cuantos municipios de la provincia de Toledo y también unos pocos de la de Madrid.

La comarca de Torrijos es la que está junto a esta. En realidad fuimos sólo al municipio de Méntrida. Aquí fuimos en realidad porque tiene una D.O de vinos, llamada así “D.O de Méntrida”. No es que seamos expertos en vinos, pero en Castilla se hacen muchos más vinos además del Rioja y el Ribera del Duero y bueno, lo suyo es dar a conocer todos y no ir por la vida de que “yo sólo bebo Rioja” cuando hay vinos a mansalva. Claro que luego como nosotros no tenemos ni idea, al final nos gustan los que nos gustan y no nos gustan los que no nos gustan.

La foto de arriba es una calle del pueblo y la de abajo es Bodegas Garva, en la calle Tropete 22 (para el que le interese), donde compramos el vino. Luego resultó que el vino tampoco nos gustó especialmente, aunque en esa bodega tenían muchas variedades, tenían uno al que le habían dado un premio en Bruselas… pues en vez de comprar ese compramos otro. Pero como digo, lo suyo es viajar y probar.

Con el vino cargado en el maletero del inmortal “Rayito”, con la reina al volante como siempre (no hay más narices) y ya en la comarca de La Sagra, comenzamos a movernos por las carreteras comarcales. La reina paraba cada poco a hacer fotos del paisaje porque parte de eso es importante para su trabajo, además de conocer los recursos económicos de la comarca. Lo más importante que tienen son la industria del mueble y la del ladrillo, esta última de capa caída como podéis imaginar. Hay muchas encinas y llanuras alomadas, que es lo que más le gusta a los profesores del master del universo de la conductora del bólido Rayito. Donde estén las extensiones castellanas, hipnóticas y mágicas, que se quite cualquier mar.

Además de los núcleos urbanos de los pueblos, hay muchas urbanizaciones dispersas. Son este tipo de urbanizaciones que tengo entendido que proliferaron a finales de los años de los 60 y principios de los 70, tipo “Los Ángeles de San Rafael” y muchas más que proliferan por la geografía castellana. Las urbanizaciones que se hacen ahora suelen ir ya hechas de inicio, todas las casas se construyen y está todo organizado con cierta homogeneidad. Las antiguas consistían más bien en que alguien compraba un gran terreno y luego se dividía todo en parcelas y cada uno en su parcela hacía la casa que le venía en gana. Había también gente que compraba varias parcelas y hacía bungalows para alquilar o incluso apartamentos, cada cuál hacía lo que le parecía oportuno. Todas estas urbanizaciones tenían carteles muy guay, que todavía no han cambiado y que tienen aire retro. Se ponía un supermercado, una sala para convenciones y alguna que otra cosa más y todos contentos.

Hicimos paradas en varios pueblos. En Chozas de Canales tomamos el aperitivo y paseamos un poco más. También visitamos Palomeque y Torrejón de la Calzada. Este último tiene un ayuntamiento muy curioso que parece más bien una mezquita.

Chozas de Canales

Palomeque

Torrejón de la Calzada

Paramos a comer en el pueblo de Recas, en el “Mesón La Posada”, en el que tomamos un menú de 12€ que estaba fenomenal, con una tarta de verduras y guisado de venado riquísimos. El dueño era un tipo majísimo y apasionado de la comida, no hablaba de otra cosa, de los platos que le gustaban, de los platos que cocinaba, de lo que era temporada y lo que no… Un apasionado del buen comer sin ninguna duda.

En este pueblo además había mucha gente que eral del mejor equipo del mundo y tenían curiosos métodos para que pudiésemos mejorar nuestra década de crisis.

Para terminar con la excursión, nos dio por visitar el delirio del Pocero. Una gran extensión de armatostes en medio de nuestras queridas llanuras alomadas. Un proyecto de 13.000 viviendas del cuál sólo hay construidos 5.000. De estos 5.000, hay vendidas 2.800. Uno de los símbolos de la burbuja inmobiliaria, consentida por los políticos y promotores que se han forrado y ahora esto es lo que nos queda. La pregunta es ¿cómo se arregla este entuerto?

http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/los-numeros-rojos-de-una-ciudad-fantasma_tpVDg5nbbkysfb1NUKIRL5/

Pueblos que fueron: Chamartín de la Rosa

Desde principios del s.XX las autoridades políticas estatales madrileñas vieron como algo necesario que la capital del Estado creciese par aumentar su poder. Para esto, era necesario anexionar a la ciudad (que se extendía desde la Casa de Campo hasta el arroyo Abroñigal) todos los municipios que la circundaban.  Este proceso se desarrolló de manera definitiva en la década de los 40 de dicho siglo. En 1941 se hizo el Plan General de Ordenación de Madrid, en 1944 la Ley 25/11 que ordena el Ayuntamiento de Madrid a que formule propuestas de anexión total o parcial de municipios colindantes. En 1946 la Ley 1/3 regula la ordenación urbana de Madrid y alrededores para crear el Gran Madrid .(http://www.carabanchelalto.org/aavv/article.php3?id_article=32)

El proceso se inicia con la anexión de Chamartín de la Rosa y dura hasta 1954 , año el que definitivamente 13 municipios quedan unidos a la Capital.

Según cuentan, esta medida se hacía necesaria debido al imparable crecimiento de la capital. ¿Fue útil? Por mi parte tengo opiniones encontradas. Por un lado creo que muchas veces hay demasiadas unidades administrativas que al final embrollan las cosas y se planifica mejor cuando cuentas con más. No es necesario tener 50 ayuntamientos, siempre se pueden encontrar fórmulas de descentralización dentro de una gran entidad municipal (al estilo de Londres o NY). Por otro lado, creo que muchos de estos antiguos municipios se transformaron en el patio trasero de la ciudad, mientras que otros municipios no anexionados iban generando servicios propios más rápidamente y con mejor funcionamiento (es fácil comparar los servicios públicos del ayuntamiento de Getafe o el de Leganés, por ejemplo, con el abandono del Ayuntamiento de Madrid hacia los distritos de Carabanchel, Villaverde o Villa de Vallecas, antiguos municipios independientes). Siendo realistas, este crecimiento muchas veces a servido sólo para ganar población, porque por lo demás los distintos ayuntamientos parecen considerar que Madrid sólo es el centro (y no todo) , poniendo todo tipo de infraestructuras sociales, económicas o culturales en determinadas áreas y dejando que las demás sean sólo barrios-dormitorio. A nivel urbanístico, además, la absorción implicó destrucción y pérdida de identidad. Me gustaría hacer una reflexión en este sentido, porque creo que a veces la piqueta significa complejo de paleto. Por medio de la destrucción de lo que fuera el pueblo de Canillejas, el de Barajas o el de Vicálvaro estamos diciendo al mundo, aparentemente “aquí no somos de pueblo”. Creo que si la ciudad de Madrid mantuviese la esencia de estos lugares, rehabilitase sus centros históricos del mismo modo que el centro histórico de la capital, se acabaría ganando en atractivo, en encanto. Al final una gran ciudad gana adeptos por la diversidad de sus barrios y no por la extensión de bloques homogéneos por los distintos barrios-no-céntricos. Reconozcámoslo, en muchos de estos barrios se ha arramplado irresponsablemente con todo, al final reina el bloque de ladrillo que los hace a todos iguales estéticamente… ¿no sería mejor una ciudad verdaderamente integrada? No se, la plaza mayor de Chamartín de la Rosa, que veremos más adelante, también debería ser respetada y cuidada. La ciudad gana con esto, con barrios diversos, únicos, especiales, con su propia arquitectura, no con “suburbs” para pijos o bloques clónicos para currantes.

Quizá la solución habría sido un gobierno integrado, al estilo del “Gran Londres” en el que la “City”, o sea, la parte histórica de Londres, es uno más de 33 municipios que se anexionaron en su momento pero que mantienen un cierto autogobierno al mismo tiempo que forman una especie de mancomunidad superior con un gobierno participado por todos. Claro que las fórmulas participativas no son nada habitual en la democrática España. Habría que introducir, quizás, una reflexión sobre el poder de los especuladores en nuestro país, si mezclas el complejo de paletos con querer sacar máximo beneficio, en el fondo ¿a quién le importan cuatro casas viejas? Ya sabemos como funcionamos por el Norte de África.

Transcurrido ya más de medio siglo desde que se iniciase este proceso de anexión, la reina y yo hemos querido conocer y recordar los que fueron estos municipios y echar unas fotejas a lo que queda de su historia.

El primero al que hemos acudido es Chamartín de la Rosa, que fue el primero que se anexionó. Este municipio abarcaría parte de los actuales distritos de Chamartín, Tetuán y Ciudad Lineal.

Aquí podemos ver la antigua Plaza Mayor de Chamartín , actual “Plaza del Duque de Pastrana” y el “callejón de los Morales”. Sólo en algunos edificios, como el número 7, se pueden apreciar los rasgos de “plaza de pueblo”:

Esta es la Iglesia de San Miguel de Chamartín, en la Avenida de Burgos:

Aquí tenemos el Colegio Sagrado Corazón, que es de los más antiguos y famosos de la zona, ubicado en la C/Sta Magdalena Sofía, 12:

El Palacete de Louis Gilhou/Palacio Quinta S.Enrique, ubicado en la calle Platerías, 2, antigua calle principal del pueblo:

En la Av Burgos hemos encontrado este palacio, que ahora pertenece a la FAD:

Un poco más adelante están los estudios de RTVE “Luis Buñuel”, antiguos estudios de Samuel Bronston en Chamartín, que destaco porque mi bisabuela trabajó para tan insigne productor (aupa la Ruperta, encargada de vestuario de películas como “El Cid”, desde aquí mi homenaje a esta madre viuda trabajadora):

En la calle Mateo Inurria todavía quedan algunas casas bajas del pueblo, como estas que vemos, algunas en muy mal estado actualmente:

Casa baja en la calle Donoso Montesinos, en la zona de la antigua Colonia de los Cármenes

Más casas bajas que resisten en las calles Rodríguez Jaén y Manuel Ferrero:

Plaza Circular y alguna de las antiguas casas de la colonia Los Rosales que había por la zona, en torno a las calles Poniente, Levante, Alberto León Peralta:

Esta es la última Casa Consistorial de Chamartín de la Rosa, construida en 1934. Actualmente es la Junta de Distrito de Tetuán, ubicada en la C/Bravo Murillo 357:

En lo que entonces eran las afueras del pueblo había una serie de fincas y casas de recreo, como esta, el llamado “Olivar de Chamartín”, donde vivió parece ser que Menéndez Pidal. Está ubicado entre las calles de Alberto Alcocer, Henri Durant y Menéndez Pidal.:

Estas casas forman parte de lo que fuera la Ciudad Jardín de Madrid, un movimiento internacional urbanístico. Estaban situadas en lo que eran también afueras del término municipal de Chamartín de la Rosa, en la zona de las calles Pintor Ribera, Avenida Aster, Alfonso XIII… en la zona se hicieron numerosas colonias de casas familiares para trabajadores.:

Enlaces interesantes:

Sobre Chamartín de la Rosa

http://www.fuenterrebollo.com/recuerdos/chamartin-rosa.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Chamart%C3%ADn_de_la_Rosa

Sobre los estudios cinematográficos, en la más que recomendable web de Historias Matritenses

http://historias-matritenses.blogspot.com/2008/09/estudios-cinematogrficos-chamartn.html

Sobre Ciudad Jardín y otras colonias tanto de Chamartín como de otros barrios

http://urbancidades.wordpress.com/2007/09/29/la-ciudad-jardin-madrilena/

Todas las fotos de la célebre fotógrafa internacional Aurora Perez-Seoane

Domus, cerveza artesanal castellana (de Toledo, para más señas)

Hay un Michael Jackson que me merece más respeto que el célebre cantante. Se trata del llamado “beer hunter”, el cazador de cervezas. Un hombre inglés que dedicó su vida al conocimiento y la cata de cervezas y whisky. Su buena vida terminó cuando contaba con 65 años, en el año 2007.

Su aporte al mundo de las cervezas fue fundamental, aunque por estos lares apenas tenga trascendencia. No sólo conocía todas las grandes empresas cerveceras del mundo y todas sus modalidades. También dio a conocer de manera significativa el movimiento de “microbreweries”, las microcerveceras. Originalmente las “microbreweries” surgen en Inglaterra como estas pequeñas compañías que hacen de manera limitada y artesanal cervezas de tipo “ale”. Este movimiento se fue extendiendo y ahora cuando hablamos de microcerveceras nos referimos a pequeñas compañías que hacen cerveza de manera limitada y alternativa, puede ser artesanal o no, tradicional o no, pero siempre con algo especial. Este movimiento es enorme en Inglaterra y también en Estados Unidos.

Acercándonos geográficamente, en los límites estatales, lo cierto es que el movimiento microcervecero sólo ha pegado con fuerza en Cataluña, donde de manera modesta pero constante van surgiendo compañías que hacen cosas aparentemente muy interesantes y que espero poder probar.

Pero ¿y aquí, en Castilla? En Madrid van creciendo los “brewpubs”, locales donde fabrican su propia cerveza para vender directamente al público para consumo inmediato, como el famoso “Naturbier” u otros. Lo que no se encuentra, sin embargo, son microcerveceras. Hace meses di con la “Calvin”, cerveza artesanal de Madrid realizada en un polígono de Vallekas. Pudimos probar sus variedades negra y rubia, ambas excelentes. Sin embargo, perdimos la comunicación y lamentablemente a estas alturas desconocemos si sigue existiendo o hemos perdido en Madrid la única cerveza artesana que había.

Pero no desfallezcamos, porque aunque sería una desgracia la pérdida de la Calvin, no nos quedamos del todo huérfanos. Y es que investigando un poco supimos que en Toledo se creó hace poco “Cervezas Regia”, que con sus cervezas Domus Regia y Domus Summa tiene un futuro más que prometedor. Entramos en contacto con ellos hace tiempo pero por H o por B siempre ocurría algo que nos impedía acercarnos a Toledo, y mira que está cerca. Por primera vez en mi vida he lamentado no tener carnet de conducir. Finalmente, la semana pasada, la reina y yo pudimos acercarnos al pequeño local donde la fabrican, en el barrio de Santa Bárbara de Toledo. Aunque la visita fue improvisada, el maestro cervecero, Fernando Campoy, nos recibió amigablemente y nos enseñó un poco su local, contándonos en qué proyectos andaba. Lo más interesante para los locales es que pronto van a comenzar a hacer catas en el local, para que todo el mundo pueda probar la cerveza y degustarla con embutidos de la tierra.

Visto lo visto, decidimos llevarnos una caja de la “Domus Regia” y dos de la “Domus Summa”. Ambas son “ale”, siendo la primera más tradicional (por decirlo de alguna manera) y la segunda con malta torrefacta y miel. Ya en casa pudimos probarlas y quedamos más que satisfechos. No tenemos el vocabulario técnico suficiente como para andar destacando si tiene notas a no se qué o aroma a no se cuantos. La Regia está buenísima y la Summa… pues que decir, la Summa nos dejó impactados. Ya tuvo el ojo la reina de comprar dos cajas por si acaso. Tiene un toque amargo y a la vez dulce que hace que sea una experiencia única.

Las microcerveceras ofrecen un producto de muchísima calidad por precios competentes, enfrentándose a muchísimas más dificultades que las demás. Por eso desde aquí recomiendo la Domus y ojalá que florezcan mil microcerveceras, en cada barrio, en cada comarca, que los castellanos nos lo merecemos.

Más info.

http://www.cervezasregia.com/

http://cervezafresca.com/2009/12/17/domus-summa-cerveza-de-toledo-al-estilo-belga/

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=208372

Patatas a la Riojana

Aprovechando que las temperaturas vuelven a bajar, voy a dar una receta para todos aquellos que están siempre con eso de “yo no se ni freír un huevo” y están todo el día comiendo a base de pizzas congeladas y demás historias.

La receta que os doy es un clásico de nuestra tierra, las Patatas a la Riojana. Los requisitos son los siguientes: saber cortar con un cuchillo, saber mover una cuchara de madera, saber echar agua en una olla y saber mirar el reloj. No os quejaréis.

Los ingredientes son variables porque las Patatas a la Riojana son de esas cosas que en cada casa se hacen de una manera, a no ser que haya una ortodoxia riojana sobre el tema, en cuyo caso que alguien me la diga y esa será la pauta a seguir. De momento indico mis ingredientes para cuatro: patatas (1kg), cebolla (1), ajo (3 dientes), pimiento rojo (1), chorizo (2), pimentón (1 cucharada), sal (al gusto), laurel (1 hoja), guindilla (1), agua (en Madrid del grifo, claro).

Se cubre la base de la olla de aceite (de oliva o no respiro) y se sofríe (a fuego lento; sofreír es siempre a fuego lento, mientras que rehogar es a fuego fuerte removiendo mucho) la cebolla, el ajo y el pimiento, todo picado. Hay quien a este sofrito le mete puerros, pimiento verde, quien no le mete cebolla… no se cuál es la manera auténtica, así que digo esa por decir una. Cortas los chorizos por la mitad. Ahora viene lo más difícil, atención. Se echa una cucharada de pimentón y nada más echarla se remueve todo un rato para que el pimentón no se queme, lo cuál sería fatal porque deja un regusto terrorífico. Cuando ya ves que no ves el pimentón porque se ha fusionado con todo su entorno en un interesante proceso dialéctico sin igual, echas el chorizo y sigues removiendo. Recuerda, deja el fuego lento. Metes la guindilla y sigues dándole. Después pelas las patatas y las vas cortando a la buena de Dios, sobre la olla, que salgan los trozos como salgan, que queda más bonito. Vas cortando trozos, removiendo, cortando, removiendo, hasta que has metido todas las patatas dentro. Cuando ya está todo esto hecho, echas agua hasta cubrir (no te pases porque no debe quedar demasiado líquido) y echas el laurel y la sal, y esperas hasta que las patatas estén hechas. Esto puede llevar 30-45 minutos, pero no es exacto, así que ve pinchando de tanto en tanto.

Esto te proporciona energía infinita para el día, te da calor en pleno invierno, te da felicidad por tomar un guiso de cuchara hecho por ti mismo y además está rico y podrás fardar de que además de esa pizza congelada puedes hacer ¡un guiso! Y de ahí a conquistar el mundo no hay nada.

(he encontrado esta imagen en este blog http://blogs.lasprovincias.es/blogalhorno/posts porque a las que hice la semana pasada olvidé sacarles una foto)