Carta desde Moscu

(coche ucraniano en Lviv)

Queridas amiguitas

Os escribo desde tierras cada vez mas lejanas y sobretodo mas distintas.

En las ultimas letras que os hice llegar, acababamos de hacer nuestra entrada triunfal en Ucrania. Con Sergei paseamos por la ciudad de Lviv y pasamos alli el domingo, un dia incluso soleado.

El lunes Sergei tenia cosas que hacer, asi que nos lanzamos solos a la aventura. En Ucrania ya si que todo es diferente. No hicimos nada demasiado especial, descubrimos un parque bastante grande y nos dedicamos a estar alli mirando como se comportaba la gente. Venden muchos cucuruchitos de cacahuete, los niños siguen jugando en las calles con el patinete o simplemente haciendo el bestia, tambien pintan con tizas en el suelo… en fin, lo que se hacia en Madrid no hace tanto.

Solos vagando por Lviv tuvimos un cumulo de sensaciones nuevas en el viaje. Por primera vez nos sentimos absolutamente Lost in Translation. Un alfabeto distinto, un idioma distinto y gente que no te entiende. Es una sensacion terrible de incomunicacion con ellos, bastante desesperante. Me estoy haciendo esperantista despues de esto, no digo mas.

Nuestro ultimo dia en Lviv hicimos varias gestiones con Sergei y compramos leche de vaca autentica, cosa que para nosotros es bastante novedoso. En el mercado venden la leche unas campesinas con pañuelito incluido, la compras ahi y la hierves en casa… efectivamente sabe a vaca, pero por lo menos sabe a algo.

Por la tarde fuimos con varios amigos de Sergei al Puzata Hata, que es una cadena de comidas tipicas ucranianas muy economica incluso para los ucranianos. Y por la noche cogimos nuestro primer tren ucraniano. Tren nocturno camino a Kiev. Es toda una experiencia altamente recomendable, porque los precios son buenos (incluso para los ucranianos, de nuevo), no es demasiado incomodo y es un medio bastante util. No me entra en la cabeza tanto AVE de aqui para alla y al mismo tiempo desmantelar tantas lineas de tren. Yo voy muchas veces hasta Gandia en Alaris para luego ir a Denia. Al final entre pitos y flautas pasas 5 horas y media en el tren y no es precisamente barato. A mi no me importaria pagar 20 euros, estar nueve horas y dormir en el tren, y estoy seguro de que a mucha gente tampoco. Y asi multiples ejemplos. En Ucrania tienen mucha trenfilia, Sergei decia todo el rato que no concebia otra manera de ir a Kiev desde Lviv que en tren nocturno, asi pagas igual pero no pierdes el dia en viajar, solo duermes y al dia siguiente ya estas alli. En este tren coincidimos con unos ingleses que iban bebiendo brandy a pelo y llevaban una castaña muy seria.

En Kiev nos acogio Alla, una chica miembro de un lobby para el desarrollo del pais financiado o asesorado por el gobierno sueco. Segun Alla, desde la independencia de Ucrania apenas se han desarrollado leyes fundamentales para el funcionamiento del pais, asi que ella trabaja como liberada de este grupo para conseguir una serie de derechos y creaciones legislativas. Alla participo en la revolucion naranja y aunque dice que no se arrepiente de ello, si que esta desencantada con los famosos Yushenko y Timochenko.

Tras ver Kiev, me alegre enormemente de haber entrado en el pais por tierra y haber visto Lviv. Porque Kiev, al ser la capital, tiene muchisimas inversiones. Asi que ves una ciudad con grandes edificios, coches modernos por doquier (no se si os acordareis de lo que escribi acerca del complejo de paletos de los españoles, que consiste no en ser rico sino en aparentarlo, pues en Polonia tenian de eso y en Ucrania mucho mas), tiendas caras… asi que si vas de primeras, entras en avion y toda la pesca, piensas que estan de maravilla.

En Kiev basicamente paseamos en torno a la plaza de Maidan, un plazorrio de influencia sovietica tremebundo, comimos todos los dias en el Puzata (cada dia en uno diferente) y pasamos largo rato en el Posta, la mastodontica oficina de correos. Alli aparte de correos tienen locutorios, internet 24 horas, fotocopias… todo llevado por funcionaros muy cabreados. Intentamos llamar a nuestra familia y la chica del locutorio nos echo una bronca de aupa, la chica de correos tambien odiaba al mundo y asi todos… si ya de por si son secos y encima estan de mala llet, pues imaginense.

Tristemente para nosotros, volvimos a tener mal tiempo y eso jode bastante los planes. El frio te permite operar, pero cuando llueve mucho estas tan incomodo que no te apetece hacer demasiado. Aun asi vimos dos basilicas ortodoxas tremendamente grandes, Santa Sofia y San Miguel, y paseamos por la calle Andrei, una callejuela llena de puestos. Vivimos ademas la experiencia de coger el Metro de Kiev. Va hasta arriba, en vez de billete tienes una especie de moneda azul y notas con mucha frecuencia manos ajenas intentando introducirse en tu bolsillo. Suerte que tengo cremalleras.

Uno de los dias nos perdimos porque por la noche no hay iluminacion. Teniamos un edificio enorme como referencia para bajarnos del autobus al verlo. Pero como no hay luz, ibamos buscando y no habia manera de verlo, asi que nos pasamos de parada. Finalmente tuvimos que pagar un taxi, el taxista nos hizo el habil timo y nos cobro cuarenta hrivnas -que tampoco es tanto – y eso que se perdio a pesar de llevar un mapa que nosotros mismos le habiamos dejado. Cosas de Ucrania. Los minibuses nos han fascinado completamente, la gente entra, se pone al fondo, pasa un billete de 20 para pagar el viaje, va de mano en mano hasta el conductor y las vueltas vuelven (vueltas que vuelven) intactas. Alli tienen esas cosas.

La impresion que nos ha dejado Ucrania es que, como creo que ya dije, el tiempo se paro hace 25 años. Que paso para que el tiempo se detuviera? Parece como que hace 25 años tenian cosas nuevas, no lujosas pero utiles, limpias, edificios decentes, calles asfaltadas, coches funcionales… y simplemente, desde hace 25 años parece que nadie se ha preocupado por ellos, simplemente todo ha envejecido. Soy perfectamente consciente de que lo que habia hace 25 años tenia imperfecciones, pero tras visitar Ucrania me quedo con la sensacion de que esas imperfecciones no significan que lo que hay ahora sea mejor.

Cogimos tren nocturno hacia Moscu, despidiendonos de Alla en la estacion. Teniamos nervios por el cruce de la frontera rusa, dicen que tocan mucho las narices. En mitad de la noche el tren se para y se suben los oficiales al tren. Primero los ucranianos, secos como ellos solos, pero tramite facil. Luego el tren avanza unos minutos, vuelve a parar, suben los rusos. Primero sube un menda que registra todos los compartimentos, mira debajo de los colchones, cachea a algunas personas… despues suben los encargados de revisar los pasaportes. Nos intentaban hablar para decirnos no se que del visado, pero no debia ser nada importante porque no les entendiamos nada, nos pusieron el sello i au.

De momento hemos viajado en kupe, que son compartimentos con cuatro camas. Tienen todos los vagones una vigilante que hace cumplir las normas – bastante maja era la de Kiev Moscu – y agua caliente para que te hagas un te o lo que quieras. Como nos habian chivado esto, compramos varias bolsitas y gracias a los vasos que nos regalo la compi Irene nos pudimos hacer un tecillo.

Una vez en Moscu, llegamos desde Kievskaya -la estacion de tren – hasta Oktobrskaya, donde vive nuestro nuevo anfitrion, en Metro. Nada mas salir a la calle nos dio la bienvenida una estatua enorme de Lenin, la ultima que queda en pie en Moscu, bastante bonita por cierto.

Deric, nuestro nuevo anfitrion, es diplomatico filipino y especialmente un autentico diplomatico de couchsurfing que acoge a muchisimas personas a diario, aunque por suerte para nosotros estos dias somos los unicos. Digo por suerte por eso de poder dormir a pierna suelta, porque tambien mola encontrarte con otros viajeros. Hablamos largo y tendido con el , es muy interesante, y con su compañera de piso momentanea Lvva – se pronuncia Luva-. Luva nos ayudo tambien a comprar los billetes para nuestro siguiente destino, es algo fundamental. En Ucrania fuimos a comprar algun billete con todo escrito en un papel en cirilico y aun asi nadie nos entendia, asi que lo mejor es que si existe la posibilidad, te ayuden los de la casa. Fuimos a una estacion llena de lumpenes dando por saco, pero compramos el billete sin problemas. El viaje en Metro muy interesante, el Metro de aqui es precioso y ademas tiene muchisima iconografia bolchevique, a los iconoclastas les encantaria porque a mi me gusta y eso que siempre he sido contrario del uso abusivo de hoces y martillos.

Por la noche fuimos con Deric y Lvva a un bar de musica hortera ochentera rusa. Eso era para verlo, es indescriptible. Me imaginaba alli al camarada Adri y a mi primo German en cualquiera de las estancias. Tremendo, tremendo.

De paso hicimos una ruta en coche por la Plaza Roja, Kremin y demas. Moscu es una ciudad que nunca duerme, hay todo tipo de negocios abiertos 24 horas, bares, pubs, librerias, cambio de moneda… liberalismo puro. Debo reconocer que es fascinante verlo, pero no se si es demasiado apropiado.

Hoy hemos empezado el dia con una excursion a un monasterio en el pueblo de Istra, cerca de Moscu. Es un monasterio particular porque el menda que lo hizo queria hacer una replica de Jerusalen, pero al final se murio antes de verlo acabado y los que lo acabaron metieron elementos rusos, las tipicas cupulas, asi que es una mezcla entre iglesia de alla e iglesia de aca. Hemos conocido a mucha gente y mucho castellano parlante, todos rusos menos Carlos, que es el bibiotecario del Instituto Cervantes de aqui en Moscu, con quien hemos estado hablando mucho junto a Ana, que es rusa pero que va a dicho instituto y por eso conoce a Carlos.

Uno de los datos curiosos ha sido la comida. Hemos ido a un restaurante de aqui, en plan restaurante de pueblo. Lo tenian vacio pero aun asi nos han dicho que solo tenian una camarera, que era mucho trabajo cocinar para tantos -seriamos diez – y quepreferian que fuesemos a otro sitio. Luego en el otro sitio hemos visto que esta gente (incluida la gente con la que ibamos) come muy raro, igua se piden una sopa, un te y un dulce, o alguno come una guarnicion de patatas y una cerveza… y los del restaurante sirven sin orden alguno, igual te traen primero el dulce y luego la sopa y nada de traerlo todo a la vez para todos, sino que todo es aleatorio. Por lo visto es lo normal en los restaurentes de la gente de la calle, igual en los sitios caros o turisticos cambia.

Por la tarde he ido con Deric a ver una pelicula acerca del desarrollo economico del mundo en los ultimos años, pero al final la han cortado por no se que problema del local. No importa porque era gratis, pero es una pena porque estaba interesante.

Esta semana mando un saludo a todos los castellanos.

Habia pensado tambien meterle una puntilla al presidente ZP pero se me ha olvidado cual era el motivo. Sea como sea, publicamente desde estas paginas me meto con ZP aunque sea sin motivo. Ale.